Cuerpos, afectos y ciudad

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En tiempos de desconfianza, incertidumbre y soledad a nivel social y político ¿no es acaso urgente atender a la relación entre afectos, parentescos, familiaridad y nuestra singular corporalidad mamífera? 

La organización de la vida contemporánea, el ordenamiento territorial en ciudades cada vez más enormes, diversas y compartimentadas, y la digitalización tecnológica del mundo, entre otros tantos hechos, han modificado sustancialmente las formas en las que nos afectamos, somos cuerpo y/o nos encontramos los unos con los otros, ¿cómo no sentirnos desamparados, solitarios y ajenos? ¿qué podemos hacer para revertir esta situación y proponer formas que nos vinculen “sanamente”? En el Café se propone reflexionar sobre la importancia de nuestro cuerpo como un mamífero sexuado y frágil, carente de herramientas evolutivas que le permitan subsistir sin idear colaboraciones y/o cuidados extra-naturales.

En esta actividad, Aurenque expondrá el sentido filosófico de este “animal enfermo” y “amoroso” que somos enfatizando que es justamente gracias a ese cuidado mutuo logramos sobrevivir y constituye el origen implícito de la organización política.